Te abismas en lo incógnito preciso.
La precisión exige silencio. No es un salto, no tiene la furia del emprender. Alargas tu angustia de anguila en tu esfera armilar. Temer deviene viento parlante que atiendes, que descubres emoción maleable. Extiendes tu angustia trocándola manto emplumado.
Tus tiempos todos, tus espacios todos. Eres.